¿Puede una marca ser gobernada única y exclusivamente por los consumidores? ¿Puede subsistir en el mercado una marca que no tiene logotipo ni publicidad? Muchos responderían a estas dos preguntas con un rotundo “no”, pero hay pruebas que apuntan a todo lo contrario. Es el caso, por ejemplo, de Premium Cola, una marca de bebidas gaseosas nacida hace diez años en Alemania como acto de “rebeldía” de los consumidores frente a los cambios introducidos en la receta de otro marca de refrescos, la Afri-Cola.
Detrás de Premium Cola, no hay ninguna empresa como tal, tan sólo un puñado de consumidores en su momento unieron fuerzas para fabricar el producto que ellos querían y no él que querían imponerles desde fuera.
Premium Cola es una “marca colectiva” en la que la que las decisiones son compartidas por 600 accionistas con idéntico nivel de responsabilidad. En Premium Cola, no hay jerarquías.
Y como en Premium Cola es más importante el contenido que el continente, la marca renuncia voluntariamente a los logotipos, las etiquetas y los colores. El acento se pone en los ingredientes del producto, que se fabrica con cafeína completamente totalmente natura, explica.
Los 600 accionistas que integran en la actualidad Premium Cola se encargan de todos los procesos implicados en la fabricación del producto, desde el embotellado a la distribución, pasando por el reciclaje de botellas.
Sin embargo, que la diversión prime sobre las ventas no impide crecer a Premium Cola. Desde su fundación en 2001, la marca acumula un crecimiento constante del 50% cada año. En 2010, vendió 640.500 botellas de refrescos y a lo largo de 2011 espera alcanzar el millón de unidades en ventas.
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