The Fancy, una start-up conocida como “el Pinterest del e-commerce”, da un paso más con sus usuarios y los convierte en parte de su empresa. El trabajo de este es similar a la de un comercial, publicitar los productos de la página a sus contactos. En el momento en el que decide compartirlos, el usuario recibirá una dirección de URL con un código distinto cada vez que deberá registrar.
Su función termina ahí. Ahora sólo queda el trabajo de la espera. En el momento en que alguien compre el producto que la persona compartió, esta recibe el 2% del precio estipulado treinta días después de su venta. El porcentaje no es elevado, incluso es inferior al que da Amazon. El gigante del comercio electrónico ofrece a sus usuarios entre el 4 y el 8% por cada enlace compartido dependiendo de a qué tienda pertenezca.
Es otra manera distinta de promocionar sus productos a través de los propios clientes. Es el “boca a boca” tecnológico. Además de potenciar sus ventas, ayuda a aumentar el número de personas registradas en la página como futuros clientes de ella, que ya han pasado a ser más de un millón en The Fancy, que hace una caja aproximada de 56.000 euros a la semana.
Su función termina ahí. Ahora sólo queda el trabajo de la espera. En el momento en que alguien compre el producto que la persona compartió, esta recibe el 2% del precio estipulado treinta días después de su venta. El porcentaje no es elevado, incluso es inferior al que da Amazon. El gigante del comercio electrónico ofrece a sus usuarios entre el 4 y el 8% por cada enlace compartido dependiendo de a qué tienda pertenezca.
Es otra manera distinta de promocionar sus productos a través de los propios clientes. Es el “boca a boca” tecnológico. Además de potenciar sus ventas, ayuda a aumentar el número de personas registradas en la página como futuros clientes de ella, que ya han pasado a ser más de un millón en The Fancy, que hace una caja aproximada de 56.000 euros a la semana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario